viernes 22 noviembre 2024

La exportación de frutas y el cambio climático

Se estima que Chile pierde un total de precipitaciones del orden del 7% cada año lo que se ha visto reflejado en los cultivos y exportación de uvas; una de las frutas más importantes para el país.

El nivel de siniestralidad del sector agroindustrial en todo el mundo es destacado y preocupante, debido a que los factores climáticos están fuera del control de las empresas, y los fruticultores sufren efectos negativos en el desarrollo productivo de sus frutos.

A pesar de ello la agricultura nacional es prometedora a largo plazo por su geografía, clima y la riqueza de sus recursos naturales, encontrándose entre los diez principales productores y exportadores de uvas, cerezas, manzanas y de bayas del mundo.

Durante los últimos 20 años se está viviendo en la zona central la sequía más seria y más larga del siglo, entre el período 2009 – 2018 se han registrado 10 años seguidos de menores precipitaciones, este evento extremo ha hecho comprender los efectos del cambio climático. Los ríos más importantes presentan actualmente su caudal mínimo en 30 años, como por ejemplo el Río Cachapoal.

La gestión del agua es un tema crucial para la agricultura. Los agricultores han pedido medidas de protección hídrica, como la concesión de embalses de cabecera entre Valparaíso y El Maule, proyectos de desalinización de agua de mar para riego y la infiltración de napas.

En la quinta región, las hectáreas de paltos descendieron de 5 mil a 4 mil hectáreas y, en su lugar, la superficie de mandarinas creció un 43%, dado que requieren menos agua. Se calcula que Chile pierde un total de precipitaciones del orden del 7% cada año lo que se ha visto reflejado en los cultivos de uvas que es una de las frutas más importantes para el país.

Durante la década de los 80´no se registraron olas de calor con temperaturas sobre los 35°C, en comparación con los últimos 10 años que se han registrado 15. Estas olas de calor hacen que las frutas maduren antes, lo que lleva a exportar antes, llevar sobrestock y vender obligadamente más barato. Situación que afecta la rentabilidad del negocio.

Las proyecciones indican una desertificación del territorio nacional con un aumento en la temperatura, situación a la que la agricultura deberá adaptarse y comenzar a cambiar los tipos de cultivos a aquellos que requieran una menor cantidad de agua para su crecimiento y se desarrollen óptimamente en climas más secos, así como también trasladar otros cultivos hacia el sur, donde las zonas comprendidas desde el Biobío hacia mayores latitudes presentaría condiciones hídricas y de temperaturas adecuadas.

De acuerdo a la información entregada por EPA el año 2017, las emisiones de gases de efecto invernadero por la acción del hombre a nivel global son de aproximadamente 50 mil millones de toneladas por año, donde el transporte es responsable de un 14% aproximadamente. De éstas, el 60% están asociadas a transporte de pasajeros y casi el 40% a transporte de carga. Dentro del transporte de carga el transporte terrestre de carga aporta un 57%, el transporte marítimo un 17%, el transporte aéreo un 9% y el transporte férreo un 6%.

De acuerdo con la estimación de la cosecha 2018/2019; se espera que la producción total caiga un 17.5% en comparación con la cosecha 2017/2018. A ello se suma que en agosto de 2019, el Ministerio de Agricultura declaró como zona de emergencia agrícola a la Región de Coquimbo ante la sequía que afecta a esa zona. (Louis des Cars, CEO Cofase Chile). La uva de mesa es el producto frutícola con mayor área de afectación, alcanzando las 8.159 hectáreas en la cuarta región.

Fuente: mascontainer.com

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