Desde hierbas que crecen en el desierto hasta semillas y frutos de árboles que son utilizados en la gastronomía e incluso uno es conocido como el ‘viagra atacameño‘; una exquisita selección de los «super frutos nativos» de Chile
Son semillas, hierbas y hasta frutos nativos los ingredientes estrella de los sectores extremos del país, como lo son San Pedro de Atacama en el norte, y la Patagonia en el sur; ambos destinos nos ofrecen sus frutos nativos para implementarlos a preparaciones culinarias y de repostería, lo que ha provocado un exquisito despertar al gourmet nacional.
Comenzaremos por el norte. Qué duda cabe que en pleno desierto de Atacama -región de Antofagasta- existan los ingredientes nativos y propios de las culturas locales originarias; he aquí una gran fuente de inspiración gastronómica y que es posible encontrar en San Pedro de Atacama (SPA). Al recorrer las calles del pueblo, es común ver heladerías que ofrecen sabores tan extravagantes como helados de quinoa, algarrobo y rica-rica. Lo mismo ocurre en los restaurantes locales, que ofrecen platos como filete de res a la parrilla con salsa de chañar o papas a la rica-rica. Y cómo olvidar la cerveza local Solcoreña, que entre sus diversas variedades ofrece también preparaciones con cactus copa-copa, chañar o rica-rica, entre otros. ¿Qué son y de dónde provienen estos singulares ingredientes?
El Chañar es un árbol espinoso cuyo fruto tiene un sabor dulce y se puede consumir crudo, cocido o tostado. Famoso es ya el “arrope de chañar” un jarabe que se usa para endulzar diferentes preparaciones como postres e incluso carnes. Para prepararlo, se hierve el fruto maduro en agua, se muele y se le da punto a fuego lento hasta obtener la textura melosa característica de un jarabe. También se prepara harina con los frutos maduros y de los fermentados, se elabora una bebida alcohólica conocida como aloja de chañar.
Por su parte, la Rica Rica es un arbusto o hierba aromática que abunda como maleza en la zona. Tanto sus hojas como sus ramas se usan como saborizante para el mate y el té o, una vez deshidratadas, como condimento para alimentos y elaboración de helados. Tiene un aroma intenso y un sabor fresco, parecido a la menta. Mientras que el Pingo Pingo es un arbusto de singular fama…y en SPA se le conoce como el Viagra Atacameño, ya que se le atribuyen propiedades afrodisíacas. Los frutos del Pingo Pingo son comestibles, de consistencia jugosa y un sabor dulce que lo convierte en un buen aditivo para elaborar jugos o infusiones.
Siguen por la zona, el Algarrobo chileno -árbol de ramas espinosas-tiene un fruto de agradable sabor dulce que se consume crudo o cocido; que al moler es posible preparar miel o bien una bebida refrescante. También, una vez que han fermentado, se elabora la Aloja de algarrobo, Chicha e incluso vinagre.
Mientras que su derivado, el Algarrobo Blanco ofrece unos frutos cuya pulpa se puede consumir crudas o bien, molerlas para obtener harina. Además, los frutos (con excepción de las semillas y artejo) se fermentan para preparar una bebida llamada aloja de algarrobo.
#turisTips en el restaurant Solcor se puede pedir una degustación de las cervezas Solcoreña y en la feria que se instala en la plaza San Pedro, junto a la Iglesia San Pedro, suelen instalarse puestos que ofrecen una gran variedad de hierbas, muchas con propiedades medicinales, donde se pueden encontrar la rica-rica o el arrope de chañar, entre otros, en caso de que quieran comprar.
Al otro extremo, en el sur de Chile. La Patagonia chilena es otra zona que ha sabido aprovechar los frutos de la naturaleza y los conocimientos ancestrales, para potenciar la gastronomía. De quienes han tenido la fortuna de conocer la zona, mas de uno ha disfrutado de un calafate sour, una exquisita variación del famoso pisco sour, para recuperar energías al final de la noche; o ha traído a casa alfajores de calafate, mermeladas con maqui o jarabes de murta, entre otros.
Entre los frutos y plantas nativas comestibles de la Patagonia, famosas son las bayas del Calafate, un arbusto siempre verde que ofrece frutos de color negro-azulado y sabor agridulce que es posible consumir crudo y/o cocido. El calafateo es uno de los protagonistas de la gastronomía local –dulces o salados–, además de jugos, mermeladas o jarabes. En la antigüedad se preparaba una chicha a partir de la fermentación de las bayas. Los frutos deben recolectarse cuando están maduros, durante la primavera y verano.
Desde la puerta de entrada de la patagonia, la ciudad de Puerto Varas y su interior, existe la Nalca -en cantidades y nativas- cuyos tallos o pecíolos son consumidos crudos en ensaladas, usualmente con sal y tiene un sabor ácido, refrescante y un tanto astringente –a diferencia del ruibarbo, que es más dulce–. Al cocer sus hojas, se obtiene una bebida similar a la limonada. También hay quienes preparan un almíbar con trozos de nalca macerados en azúcar para consumirlo como postre.
Pocos lo saben, pero el Chilco –Fuchsia magellanica- más allá de ser una excelente planta ornamental, posee frutos comestibles de sabor dulce con los que se elaboran mermeladas y jugos. También se consumen al natural, aunque producen un ligero picor en la garganta al tragarlo.
De los más populares; la Murta. Este arbusto de frutos rojos tiene un sinfín de posibilidades gastronómicas. Los frutos de la murta son aromáticos y se pueden comer frescos o para elaborar jugos, chichas, mermeladas, jarabes, licores, tortas, confites y repostería en general. También se secan para su consumo en invierno o se preparan bebidas alcohólicas como la mistela, un licor tónico, o vino de murta. Pero incluso las semillas tienen un uso en la cocina: con ellas se puede preparar una bebida similar al café o bien extraer aceite.
Por su parte, el Maqui es conocido como el ‘superfruto chileno’ por sus propiedades antioxidantes y se puede consumir fresco o deshidratado, en jugos, postres o incluso batidos. Además, con ellos se elabora una chicha dulce y refrescante, de propiedades astringentes y tónicas aunque de consumo restrictivo debido a su calidad estítica.
Mientras que, la Luma -árbol que puede llegar hasta 20 metros de altura-, tiene unos frutos conocidos como chauchau que se consumen frescos. Además, con ellos se elabora una salsa para acompañar postres y también se utiliza para la preparación de mermelada. Fermentados se emplean para la elaboración de chicha y otras bebidas alcohólicas artesanales.