Ante la importancia que cada año tiene la industria hortofrutícola para nuestro país, es que la tecnología del ultrasonido de potencia en la fruta se presenta como un ‘socio estratégico’ para elevar tanto la calidad como la producción de frutas y verduras. Otra de las tecnologías adoptadas es el uso de nebulizadores para aplicar agroquímicos a la fruta de manera mucho más precisa.
El uso del Ultrasonido en Chile es un claro ejemplo de su eficiencia; permite revisar hasta 60 frutas por minuto, ayudando a mejorar así los procesos de evaluación y certificar que se trata de un producto de alta calidad. Para ello, se hace uso de una tecnología en base a un Singularizador -máquina encargada de separar las frutas- que se coloca encima de las bandas de transporte y que a través del envío de ondas de ultrasonido desde un aparato emisor hacia un receptor, es capaz de analizar el estado óptimo de las frutas que se destinarán a la exportación.
Cabe destacar que los ‘Ultrasonidos‘ son una serie de ondas mecánicas, generalmente longitudinales, cuya frecuencia está por encima de la capacidad de audición del oído humano. El ultrasonido no tiene propiedades diferentes de las ondas audibles, solo que los humanos no podemos oírlas. En tanto, los Productores de la Industria de la Fruta AQUÍ
Desarrollada por Rudi Radrigán, director del Centro de Desarrollo Tecnológico de la Universidad de Concepción (UdeC), es apoyada por Hub Apta, esta tecnología que usa el Ultrasonido “made in Chile” es capaz de analizar la calidad de hasta 60 frutas por minuto. Su instalación se realiza en las líneas de proceso, revelando las características que posee el centro del fruto, sin contacto. Esto preserva sus propiedades y facilita la clasificación entre aquellos que son aptos para ser envasados y exportados o reservados para el mercado local.
“En Europa ya habíamos realizado un acercamiento con el ultrasonido de potencia en las frutas. Aunque era una tecnología joven era bueno no perderla de vista. Y no nos equivocamos”, comenta Rudi Radrigán, director del Centro de Desarrollo Tecnológico de la Universidad de Concepción (UdeC), y desarrollador de esta innovadora tecnología nacional.
Según Radrigán, antes de testear el ultrasonido en kiwis, era muy difícil evaluar un problema de maduración en la columella (defecto de calidad que perciben los consumidores de la fruta), por lo que decidieron avanzar con su uso tanto en este fruto como en arándanos, también propensos a tener un núcleo duro.
“Partimos con una tesis y ensayos hasta que encontramos una serie de características base del producto que afectan su calidad. El ultrasonido permitía sacarle una radiografía al fruto. Con esa matriz de datos, pudimos determinar algunas propiedades físicas de los frutos y definir si son aptos para exportarse al comercio global”, agrega el académico de la UdeC, quien ha contado con la ayuda de Hub Apta durante la última fase de desarrollo de la tecnología y con la vigencia de su patente de invención para implementarla en mercados de todo el mundo.
Otra tecnología adaptada que está mostrando grandes avances, es el uso de nebulizadores para aplicar agroquímicos a la fruta de manera mucho más precisa, minimizando así el impacto para los consumidores, que consiste en un goteo ultrasónico que cubre la fruta por completo y evita filtraciones de agua.
“Cuando exportas fruta tienes que cumplir con normas sanitarias que son básicas, tanto del país de origen como del país de destino. A veces no admite ciertas prácticas, químicos o procedimientos. Con esto, podemos botar algunas barreras que tiene el producto chileno”, agrega Radrigán. Complementa que con los resultados obtenidos en diversos laboratorios chilenos se pudo determinar que la implementación de nebulizadores a goteo ultrasónico disminuye la contaminación con químicos en la fruta en un 35%.
Una solución que favorece los requisitos solicitados en los países de exportación, dando alternativa a los fruticultores de utilizar otros agentes químicos que no dañen la estructura de la fruta.