La crisis del aceite de oliva, desencadenada por adversidades climáticas en los principales países productores como España, ha desafiado la estabilidad del mercado mundial. Una crisis que representa una gran oportunidad para productores chilenos y de la región.
Argentina, Chile, Uruguay y Perú, destacados en la producción del aceite de oliva a nivel regional, se enfrentan a una serie de desafíos climáticos similares a los de los grandes actores en el mundo entero. Aunque la situación plantea obstáculos, también abre la puerta a nuevas oportunidades para los productores latinoamericanos.
Los impactos del cambio climático en los principales países exportadores de aceite de oliva han resultado en una disminución anticipada en la cosecha de su fruto, lo que ha provocado una reducción en la oferta -provocando casi una crisis- a nivel global.
El aceite de oliva, conocido como el «oro líquido», es un producto derivado del fruto del olivo, las aceitunas. La producción de este valioso líquido requiere condiciones específicas, incluida la acumulación de horas de frío, una necesidad que se ve amenazada por el cambio climático.
Según datos del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo de España, las exportaciones de aceite de oliva experimentaron una caída del 34%, situándose por debajo del millón de toneladas por primera vez en la historia reciente. Este descenso en la oferta ha generado un aumento significativo en los precios, alcanzando máximos cercanos a los US$ 10,000 por tonelada métrica.
Sin embargo, países como Turquía han intervenido suspendiendo sus envíos para estabilizar el mercado. Ante este panorama, ¿podrían los países latinoamericanos capitalizar esta crisis?. Bajo este contexto, Argentina, Chile y Perú han experimentado un aumento en sus exportaciones en los últimos años.
Marcelo Torres, experto en agronomía y asesoría olivícola en la región, destaca el crecimiento observado en la actividad durante los últimos tres años. Sin embargo, señala que los desafíos climáticos también afectan a estos países, lo que ha resultado en una disminución significativa en la producción.
Por su parte, Chile ha logrado destacarse en los mercados de alta gama. Gisselle Bracomonte, directora ejecutiva de More Chile Spa, resalta el enfoque de Chile en la calidad del producto, lo que ha permitido escapar de la crisis y encontrar oportunidades en mercados de lujo como Japón.
La crisis del aceite de oliva representa tanto desafíos como oportunidades para América Latina. A pesar de los obstáculos climáticos, la región tiene el potencial de capitalizar la demanda global y consolidarse como un actor importante en el mercado internacional del aceite de oliva. Sin embargo, esto requerirá innovación, inversión y un enfoque continuo en la calidad del producto para mantenerse competitivos en un mercado en evolución.
Fuente: https://americaretail-malls.com/paises/espana/crisis-del-aceite-de-oliva-oportunidad-para-america-latina/