De cítricos a papaya, maracuyá a uva, el fruticultor sintrópico cosechará autonomía, seguridad y rentabilidad. La fruticultura sintrópica satisface la demanda del consumidor consciente, valorando el trabajo y la innovación de la gente de campo.
La fruticultura nacional es un importante sector que está presente en la mesa de los consumidores chileno, y también extranjeros.Por los que el mercado exige -cada vez más- estándares de sostenibilidad que van más allá de la preservación de la naturaleza, pero que también la regeneran.
BENEFICIOS DE LA FRUTICULTURA SINTRÓPICA
Dentro de los beneficios de trabajar una fruticultura sintrópica a corto, medio y largo plazo, destaca el estancamiento de los efectos del cambio climático, mediante la construcción de un microclima favorable en humedad del aire y del suelo; alcanzando una productividad igual a la del cultivo irrigado.
Además, beneficia con la llegada de numerosos agentes polinizadores en el sistema. Revierte los efectos, a gran escala hace llover en la región. Salud preventiva de enfoque sistémico, mejora ambiental aliada a la mejora genética.
Preparemos la mejor cuna, el mejor suelo, el mejor ambiente para que tu fruta se desarrolle y exprese todo el potencial genético. Transición de valor asequible al cultivo orgánico con payback anticipado, construyendo in situ la independencia exponencial de los insumos externos.
Agregación de valor para el mercado internacional y doméstico exigente. Cada año disminuye la necesidad de insumos, ya que la relación es de co-construcción y regeneración. Al utilizar la tecnología del hombre a favor de los mecanismos naturales, pones tus recursos en el engranaje del planeta, y recibes la abundancia y generosidad de la naturaleza en forma de productividad y rentabilidad.
Inserción de biodiversidad funcional pocas veces en el sistema, ya que se mantiene en el equilibrio construido. Utilización de hasta el 400% de un área, optimizando el espacio, generando mucho más ingresos por m3.
Fuente: https://caninana.agr.br/fruticultura-sintropica/