«La semilla es uno de los principales recursos para el manejo agrícola y silvícola de las poblaciones de plantas, para la reforestación, para la conservación del germoplasma vegetal y para la recuperación de especies valiosas sobreexplotadas. Las semillas pueden almacenarse vivas por largos periodos, asegurándose así la preservación de especies y variedades de plantas valiosas».
Siempre hemos sabido que las semillas son el germen para el nacimiento de arbustos, árboles y plantas, pero que «de la maduración del óvulo en un gimnosperma o angiosperma es que nace la semilla», no es muy común de saber.
Cada uno de los cuerpos que forman parte del fruto son los que en su conjunto dan origen a una nueva planta, es la estructura mediante la que realizan la propagación las plantas; por eso se llaman especies espermatófitas (plantas con semilla). La semilla se produce por la maduración de un óvulo de una gimnosperma o de una angiosperma. Una semilla contiene un embrión del que puede desarrollarse una nueva planta bajo condiciones apropiadas. Pero también contiene una fuente de alimento almacenado y está envuelto en una cubierta protectora.
Tres en uno. Son 3 las partes que conforman la Semilla, el Embrión -que también puede considerarse una planta diminuta-, el Albumen o Endospermo -que rodea al embrión en mayor o menor medida dependiendo del tamaño del embrión, y los Tegumentos que son dos, uno externo denominado testa y otro interno denominado cubierta seminal interna.
Clasificación de la Semilla:
- Semilla polinizada: La mayoría de las variedades de los catálogos son de tipo «convencional» o «estándar». No se ha realizado ninguna hibridación especial, por lo que generalmente es la más económica. Recuerde, que las nuevas variedades son más caras que las viejas.
- Semilla híbrida F1: Variedad producida por un cruzamiento de dos progenitores de raza pura. Sus características principales son su mayor vigor y uniformidad en su altura, forma, etc. y por ello un híbrido F1 es, a menudo, una buena compra a pesar de su elevado precio. Presenta un inconveniente: todas las plantas tienden a madurar al mismo tiempo, lo cual es bueno para el profesional pero no para el aficionado.
- Semilla capsulada: Semilla recubierta con arcilla u otro material para facilitar su manipulación. Es útil para semillas muy pequeñas ya que se pueden sembrar bastante espaciadas y disminuir así, o eliminar, la necesidad de aclareos. A menudo los resultados son decepcionantes ya que al suelo que rodea las semillas debe mantenérselo uniformemente húmedo (si se mantiene demasiado seco o demasiado húmedo, la germinación será escasa).
- Semilla desinfectada: Semilla cubierta con un fungicida o con un fungicida – insecticida antes de que el horticultor lo empaquete.
- Semilla empaquetada al vacío
- Semilla envasada en bolsas al vacío. Estas semillas se conservan viables más tiempo que las empaquetadas según el método corriente.
- Semilla germinada
- Semilla germinada por el cultivador y enviada en bolsas impermeabilizadas. Esta semilla debe plantarse inmediatamente.
- Semilla aprovechable; a menudo sobran algunas semillas después de la siembra. Casi todas las variedades pueden aprovecharse para el año siguiente.
- Semilla de cosecha. Es una tentación aprovechar las semillas de las hortalizas que han formado vainas pero en la mayoría de los casos no es aconsejable. Los híbridos F1 producirán plantas menos vigorosas y pudiera ser que las coles sean el resultado de un cruzamiento y produzcan plantas sin ningún valor. Los guisantes, las judías y las cebollas son excepciones (muchos cultivadores de cebollas campeonas insisten en emplear sus propias semillas).
Proceso de germinación, condiciones para la Semilla Para que la semilla pueda germinar se requieren unas condiciones mínimas tanto en lo que se refiere a la parte interna de la misma (condiciones intrínsecas), como de condiciones ambientales (condiciones extrínsecas), presentes en el vivero o campo de cultivo.
La semilla, para iniciar la germinación requiere haber alcanzado su madurez, es decir; tener completamente desarrollado el embrión y materiales de reserva (cotiledones o endospermo); que conserve su vitalidad interna, que no esté atacada por insectos u hongos patógenos y sobretodo, no sufrir transformaciones químicas (oxidaciones), principalmente de las sustancias que alimentarán el embrión recién emergido.
Las condiciones del ambiente tales como la humedad, la temperatura, la luz y el oxígeno, en proporciones adecuadas, facilitan e inducen cambios físicos y fisiológicos de la semilla; transformando la vida latente del embrión en una nueva planta, con todos sus procesos vitales de asimilación, transporte y transformación de alimentos, respiración, crecimiento y reproducción que caracterizan la vida.
La semilla para germinar requiere necesariamente de: Humedad suficiente y continua. El riego debe ser adecuado para mantener el sustrato húmedo pero sin encharcamientos y regarse todos los días incluso festivos y dominicales. Cuando la semilla inicia el proceso de imbibición, es decir que comienza a hincharse por la absorción de agua, si se suspende el riego por un solo día, (ejemplo el día domingo o festivo), la semilla se deshidrata, muere y por lo tanto no germina así se le aplique agua abundantemente, al día siguiente.
Temperatura adecuada. Todas las semillas tienen rangos de temperaturas de germinación diferentes de acuerdo al piso térmico y a las condiciones ecológicas de donde proviene (clima cálido, medio o frío).
Sin embargo a bajas temperaturas los procesos germinativos son mas lentos, propios de las especies alto andinas (páramos y subpáramos), un poco mas rápidos a temperaturas medias en las zonas andinas y subandinas y mucho mas acelerado en el piso tropical. Sin embargo la mayoría de las semillas, con algunas excepciones germinan bien a un rango de temperatura entre 20 a 30ºC, con un óptimo cercano entre 24 y 26ºC.
Períodos de Luz–Oscuridad. La necesidad de luz para cada especie en su germinación está de acuerdo a sus requerimientos para su desarrollo en estado natural, ya sea la especie pionera o del bosque maduro o crezca en el bosque bajo tropical, en el bosque andino o en el páramo: Las especies del piso bajo tropical generalmente son heliófitas o semiheliofitas, tienen altas demandas de luz, mientras que para la mayoría de las especies de la zona alta andina o bosques nublados, las necesidades de luz son más bajas (esciofitas).
La polisombra o umbráculo a utilizar debe tratar de reducir la entrada de luz entre un 50 a 75 %, tratando de asimilar a las condiciones naturales de la especie ,con el fin de reducir la evaporación del agua del germinador, aminorar el impacto de las lluvias y evitar sobrecalentamiento del sustrato al recibir los rayos directos del sol.
Oxígeno. La semilla como todo ser vivo, necesita respirar y tiene alto consumo de oxígeno durante los procesos germinativos. En consecuencia si se, siembra la semilla muy profunda o se encharca el germinador con un riego muy abundante, se priva a la semilla del oxígeno necesario para sobrevivir, lo que probablemente cause la pudrición o muerte de la misma por ahogamiento. No siempre es aconsejable sembrar la semilla con profundidad de dos veces su tamaño como indican algunos documentos.
Sustrato. La semilla para germinar solo utiliza los nutrientes contenidos en sus tejidos de reserva (cotiledones y endospermo). Por lo tanto, el sustrato durante el proceso germinativo, únicamente requiere tener capacidad de mantener la humedad adecuada, permitir la entrada de oxígeno y luz a la semilla y evitar que los rayos del sol incidan directamente sobre ella.
Cuando la plántula desarrolla las hojas verdaderas, comienza a realizar el proceso fotosintético y las raíces están en capacidad de absorber nutrientes, en ese momento el sustrato debe contener materia orgánica y/o los elementos mayores y menores en cantidades adecuadas para una normal nutrición y desarrollo del material vegetal.
Fuentes: wikipedia.org/wiki/Fruto // monografias.com/trabajos73/frutos-semillas/frutos-semillas2.shtml