La compañía danesa Maersk, en su afán de convertirse en un integrador logístico de extremo a extremo, lanzó en Chile un tren para el servicio y transporte de cargas agroindustriales y fruta fresca de exportación -especialmente refrigeradas- que conecta a las regiones del Maule y de O’Higgins con el Puerto de San Antonio, donde la naviera opera dos rutas marítimas.
El tren Reefer de Maersk (compañía de transporte marítimo de mercancías más grande del mundo) junto con embarcar frutas e infinidad de productos frescos, tiene ventajas como sacar de la carretera 31 camiones y sus respectivas emisiones de CO2; con lo que genera un aporte más hacia la descarbonización en el proceso y administración de la cadena de suministro, también conocido como supply chain.
El ferrocarril logra otra eficiencia importante, y es que reduce los tiempos de traslado y los intermediarios involucrados, pues está ubicado en una zona estratégica que es más cercana a los centros de packing y procesos de los productos frescos (principalmente frutas y verduras) y los traslada de manera directa al patio de stacking del puerto, ahorrando en los tiempos de ingreso que muchas veces se ven retrasados por los atochamientos en los accesos terrestres al puerto.
De acuerdo a Francisco Ulloa, Managing Director Area West Coast of South America de Maersk, «esta iniciativa surge de irnos más al sur donde está la fruta y otros alimentos, como enlatados, madera, etc., todas estas empresas grandes en Chile están buscando modos de transporte más eficientes. Yo creo que esto es solo el comienzo y espero que la tecnología nos permita en el futuro tener camiones eléctricos y última milla eléctrico, porque los clientes están preguntando por eso», asegura.
Del mismo modo, el tren regresa a Teno -región del Maule-, con los contenedores llenos con carga seca -como importaciones de materias primas-, completando así un círculo sustentable de transporte que comenzó a mediados de abril de 2021 y que ya cuenta con dos frecuencias semanales y con miras a habilitar una tercera frecuencia.
«Los clientes están poniendo sobre la mesa cómo trabajar con partners de la cadena logística que les ayuden a reducir las emisiones de carbono. Comenzamos a buscar la alternativa de hacerlo y ahí nace la idea del tren», comenta Ulloa, al contextualizar la iniciativa que está en línea con la meta de Maersk de alcanzar cero emisiones al 2050 y de ayudar a sus clientes a lograr sus propios objetivos de descarbonización de la logística.
Como las vías férreas y los trenes ya existían, solo bastaba agregar las condiciones de refrigeración. Si bien el tren no es eléctrico -ese sería un siguiente paso- logra una importante reducción de la huella de carbono gracias a la eficiencia logística de transportar en simultáneo 31 contenedores. «Hay casi un 70% de reducción de emisiones de CO2 del tren en comparación con el camión, eficiencia que se logra gracias al volumen que se integra en cada viaje: 31 contenedores; lo cual saca automáticamente de circulación a 31 camiones y sus respectivas emisiones de CO2», agrega el ejecutivo para la costa oeste.
La iniciativa del tren refrigerado podría desarrollarse en otras zonas del país donde hay industria de productos frescos que requieren transporte refrigerado. «Por el momento estamos mirando la industria del salmón, creemos que hay un potencial para hacer algo hacia san Vicente o San Antonio, pero no hay nada que podemos desarrollar aún. Estamos viendo lo que los clientes necesitan y qué podemos hacer», manifiesta Ulloa.
Otro proyecto a futuro sería la utilización de camiones eléctricos, para acercarse a la huella de carbono cero que es la meta de Maersk al 2050. «Sería interesante ver qué tan factible es la posibilidad de tener un transporte eléctrico terrestre», reconoce Ulloa, quien asegura que «como compañía mundial que tiene una agenda sumamente alta en descarbonización tenemos que generar ideas creativas para ayudar a la sociedad”.
Y es que las soluciones ‘creativas’, como el caso del tren, tienen efectos positivos entre los clientes. «Lo que los clientes aprecian más de este servicio es la cercanía geográfica entre sus depósitos y plantas con el tren, junto con el acceso directo al stacking. Esta solución no solo es más sustentable en términos de descarbonización, sino que además es eficiente, disminuyendo interacciones en el transporte de la carga», asegura
